Todos cuando nos planteamos realizar una reforma sólo de pensarlo se nos hace un mundo todo lo que conlleva. En este post os vamos a dar unos pasos ha seguir para organizarlos y que todo sea un éxito.

Lo primero que debes hacer es mirar alrededor de tu casa e imaginarla como la primera vez. Coge un papel y anota en él todo lo que te gustaría que fuera mejor. Haz una lista: primero con lo que necesitas ahora y después otra con lo que necesitarás en un futuro. Después relee tu lista y establece unas prioridades, además plantéate unos límites económicos, de este modo decidirás qué reformas haces y si será todo de golpe o por fases.

Debes tener en cuenta si las estancias que vas a reformar serán pasivas o activas, ya que las zonas activas necesitan, más luminosidad y colores cálidos. Mientras que las zonas pasivas se utilizan luces más tenues y colores menos intensos.

Para todo ello elige un buen profesional que además te aporte ideas para la reforma, dirija las obras y tramite los permisos de la obra. Esto último es muy importante ya que cualquier obra menor o mayor, debe ser comunicada a la administración correspondiente. Las diferencias entre obra menor y mayor

reside en si se modifica o no la estructura de la casa.

Después de elegir los profesionales y con el presupuesto puedes realizar un plan de ejecución junto con ellos, más que nada para saber que orden seguirá la obra y así organizarte.

Nuestro objetivo es que al realizar los cambios la casa evolucione contigo. Por ejemplo si tienes en mente aumentar la familia, o si se queda libre algún dormitorio para convertirlo en espacio activo o aumentar el espacio de almacenaje, etc.

Además aprovecha este momento de la reforma para conseguir que tu casa consuma menos energía .

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